Después de una campaña intensa, en la que apenas pude actualizar el blog, vuelvo con fuerza a la carga, y despues de las numerosas llamadas recibidas desde la noche del domingo y durante el dia de ayer de distintas partes de España. Todas las llamadas han coincidido: la clara y contundente victoria del PP en Galicia ha dado una bocanada de aire fresco y de ilusión a todos los españoles.
El PP, desde el congreso de Valencia, ha sabido actualizarse, y a partir de una politica pop, ha sabido conectar en Galicia, principalmente, y en el Pais Vasco con los ciudadanos. Han dado un impulso a internet y con unas campañas austeras, ha conseguido sus objetivos.
MARIANO RAJOY Y LAS ELECCIONES
Era casi casi una bola de partido. Mariano Rajoy tenía asumido que los suyos le juzgarían por el resultado de las elecciones gallegas. Se había implicado tanto en la campaña que parecía él y no Alberto Núñez Feijóo quien se enfrentaba al veredicto de las urnas. Sabía que un nuevo resbalón despertaría a un sector crítico que no ha dejado de estar al acecho desde que el PP perdiera las generales y que ya preparaba el contraataque, pero ganó la partida. Y, para acallar las voces que sostienen que una participación alta perjudica al PP, lo hizo con una cifra histórica de movilización en unas autonómicas gallegas: 70,46%. "A ver si de una vez por todas con este resultado desterramos esa creencia porque es absolutamente falsa". "Nosotros éramos los primeros interesados en la movilización", añadía. Y encima ha acabado cobrándose la cabeza de Emilio Pérez Touriño y dejando tocado a José Blanco.La noche electoral, su despacho de la séptima planta de Génova 13 estuvo más concurrido que nunca. Allí, junto a su mujer, su hermana, su hermano, sus cuñados y sus más estrechos colaboradores Rajoy comenzó a saborear las mieles de su primer triunfo desde las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2007.
Por fin José María Aznar encontró un motivo para hacerle una llamada de felicitación. Dicen en el entorno del ex presidente que, aunque ambos tengan sus más y sus menos, Aznar lleva el partido "en la sangre" y fue "el primero" en alegrarse. La ausencia de Esperanza Aguirre en el cuartel general -estaba de viaje- fue la única sombra.La resaca del día después fue de lo más placentera para los populares.
El líder del PP quiso trasladarse junto a su Comité de Dirección primero a Santiago de Compostela y después a Bilbao para celebrar los resultados de Alberto Núñez Feijóo y de Antonio Basagoiti. El sentimiento de los que viajaron y de los que se quedaron era el mismo: entusiasmo y, al mismo tiempo, alivio. "Después de todo lo que llevamos pasado, ya nos merecíamos una alegría", señalaban varios miembros de la Ejecutiva.Hasta el llamado sector crítico tuvo que rendirse a la evidencia. Han envainado de momento. "Los que queremos a este partido no deseábamos una derrota en Galicia, pero entraba dentro de lo posible y habría sido la señal definitiva de que había que cambiar las cosas", reflexionaba uno de ellos. Afortunadamente para Rajoy ese escenario no se dio, y con más o menos entusiasmo todos reconocían este lunes que su estrategia está dando resultados. Aunque recuerdan los críticos que a la vuelta de la esquina espera la prueba del algodón definitiva: las elecciones europeas. Otro examen que Rajoy asumirá como propio y que los populares, embargados por la euforia del 1-M, se muestran convencidos de poder ganar. La opinión común es que Jaime Mayor Oreja, en el que el líder del PP ha vuelto a confiar en contra de la voluntad de algunos, "se merendará" a Juan Fernándo López Aguilar.
Más ahora que creen que los simpatizantes que pudieran estar pensando en un voto de castigo habrán vuelto al redil con los resultados de Galicia y el País Vasco. Este martes toca seguir disfrutando del momento dulce en una reunión del Comité Ejecutivo Nacional que a buen seguro será un camino de rosas para Rajoy. Y después, sin tiempo que perder, toca ponerse a pensar en el 7 de junio. Aunque todos son conscientes de que entre medias la Operación Gürtel seguirá trayendo momentos duros. "(Baltasar) Garzón no va a dejar que disfrutemos demasiado", se lamentaban algunos.
FEIJOO GUILLOTINA EL AUDI DE TOURIÑO
El candidato del PP a la Presidencia de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, se mostró este lunes partidario de vender el Audi oficial del hasta ahora presidente Emilio Pérez Touriño y ofreció el vehículo a quien quiera comprarlo porque el Gobierno de la Xunta "no lo necesita". Ya lo anunció varias veces en campaña, que si ganaba las elecciones gallegas se desharía de ese coche tan caro y que tantos disgustos ha dado a su contrincante socialista Emilio Pérez Touriño y que, al fin y a la postre, ha terminado costándole la cabeza.
En una entrevista en el programa de Antena 3 Espejo Público, Núñez Feijóo se ha dirigió a Susanna Griso para espetarle: "Si usted conoce a alguien que lo quiera comprar, yo desde ahora mismo me someto a cualquier persona que quiera comprar ese coche, porque creo que no lo necesitamos y lo que no se necesita es mejor cambiar y comprar otra cosa".Además, a la pregunta de si cumplirá su promesa de comprar un Citroen de los que venden en la planta de Vigo, el que será nuevo presidente de la Xunta comentó que espera que el Gobierno se lo compre.
El candidato popular a la Presidencia aseguró que él "andará" en un Citroen que es "un coche muy digno" para el presidente de Galicia y reiteró que "esa es su marca y ese es su coche".Sobre el no menos caro despacho-reformado de Touriño y a la pregunta de si también lo venderá, Núñez Feijóo dijo que el despacho es "una obra civil" que espera estará "consolidada".
El candidato del PP y claro vencedor de las elecciones gallegas subrayó que lo que sí hará el Gobierno de la Xunta es "dar ejemplo" al igual que muchas familias que están haciendo "un enorme esfuerzo de austeridad". Núñez Feijóo también comentó que el Plan es "adelgazar" el Gobierno en un 25% y pasar de 13 consejerías a 10, y disminuir en un 40% el número de altos cargos, de 52 delegaciones provinciales que tiene la Xunta a cuatro.
EN EL PSOE... PEPE BLANCO SE TAMBALEA Y TOURIÑO DIMITE
"El problema es que no habíamos previsto un descalabro en Galicia". La frase corresponde a un alto cargo próximo a José Luis Rodríguez Zapatero, pronunciada ante El Semanal Digital el domingo por la noche y resume el desconcierto en el que quedaron sumidos el PSOE y el Gobierno al conocer los resultados de las elecciones gallegas. Prácticamente nadie había previsto en Madrid, a más de 500 kilómetros de Santiago de Compostela, un resultado así para el 1-M. A lo más que se llegó en Ferraz durante la campaña es a admitir la posibilidad de que la suma del PSdeG y el BNG se alzase por la mínima con la Xunta de Galicia, con un PPdeG rozando la mayoría absoluta, la cifra mágica de los 38 escaños.
Tan extendido estaba este vaticinio que a nadie se le pasó por la cabeza apostar en una porra interna del PSOE por una victoria, aunque fuera por la mínima, de los populares. Y nadie ganó la porra. Ninguna encuesta interna auguraba un triunfo tan demoledor de Alberto Núñez Feijoo y todos se agarraban como a un clavo ardiendo al hoy diluido efecto Zapatero. Y ello pese a que, como fue publicando El Semanal Digital a lo largo de la campaña electoral, las alarmas iban saltando en Ferraz según se aproximaba la cita con las urnas. Entre los jerifaltes del PSOE sí cundió la idea de que su campaña no funcionaba, pero incluso cuando empezó el recuento oficial de los votos al cierre de los colegios se mantuvo la esperanza en el cuartel general de los socialistas y a las 21h00 se confiaba aún en que la tendencia se invertiría y en que la reedición del bipartito estaba asegurada. Lo cierto es que todos los cálculos de los estrategas fallaron.
La alta movilización -superior incluso al récord de participación de 2005- favoreció al PP, el escaño que aspiraban a arrancar en Orense se quedó donde estaba, el de Lugo tampoco se movió y, en cambio, Núñez Feijóo fue capaz de ganar un escaño en La Coruña a costa del BNG y otro en Pontevedra a los socialistas. En el peor momento del Partido Popular, con un Mariano Rajoy debilitado por la contestación interna y asediado por el juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, los socialistas fueron incapaces de retener un Gobierno que conquistaron hace tan solo 4 años. Fue un duro golpe para Zapatero, acompañado en la sede central del partido por la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, y rodeado de sus más cercanos. El vicesecretario general del PSOE, José Blanco, que retrasó al máximo su comparecencia ante la prensa, se vio obligado a reconocer el mazazo.
El golpe fue doble para él, pues se había volcado con todas sus fuerzas en la campaña gallega. Esa noche, quien habló con el presidente autonómico saliente, Emilio Pérez Touriño, fue el propio José Luis Rodríguez Zapatero, según relatan a este periódico fuente solventes. El presidente del Gobierno transmitió ya este domingo al todavía presidente de la Xunta de Galicia que no demorase su dimisión, que no pasase de este lunes, y así fue a pesar de sus reticencias iniciales. Quien pretendió continuar como inquilino de la residencia oficial de Monte Pío se ha encontrado con un abrupto final de su carrera como actor de primer nivel en la política gallega.
Tras la reunión de la Ejecutiva Federal del PSOE, Blanco ha querido reconocer el trabajo de Touriño, pero tampoco ha ahorrado críticas con quien ha mantenido desencuentros más o menos soterrados. "Es indudable que la experiencia de Gobierno no generó, ni suscitó, la confianza de la mayoría de los ciudadanos", advirtió el "número dos" socialista. Las desavenencias con Emilio Pérez Touriño planearon sobre la rueda de prensa de José Blanco.
En una tensa reunión a puerta cerrada de la cúpula socialista, y según las fuentes consultadas por El Semanal Digital, el propio José Luis Rodríguez Zapatero quiso convencerse de que los electores gallegos castigaron la ausencia de un liderazgo claro al frente de la Xunta. En tres meses se celebrará un congreso extraordinario para elegir a un nuevo secretario general del PSdeG y, por si acaso, Blanco – contestado por el diseño de una campaña desastrosa, basada en la figura de un personaje envuelto siempre por una nube de tristeza - ya se ha visto en la tesitura de descartarse airado para el cargo. La clásica "patada hacia arriba" con su entrada en el Gobierno de Zapatero se ve aún más cercana en los mentideros socialistas.
PEPE BLANCO DESCARTA VENIRSE PARA GALICIA
José Blanco destacó en rueda de prensa celebrada este lunes en la sede de Ferraz que no cree que haya "una causa de política general" en la derrota socialista en Galicia, y lo justificó destacando la mejora de resultados del PSE en Euskadi. "Hay comportamientos muy distintos y el gobierno central es el mismo", argumentó.
No obstante, sí abrió la puerta a que la crisis económica haya tenido cierta repercusión, de modo que hay que estudiar cuál ha sido su "impacto". "Es posible también que el contexto político general haya influido", concedió. Además, afirmó que si el presidente del PP, Mariano Rajoy, sí quiere ver el triunfo de su partido en Galicia en clave nacional, "se apropia del resultado" y "lo considera un éxito personal que lo afianza al frente del partido", el PSOE le felicita por ello. "Tengo especial querencia porque Rajoy continúe al frente del PP", señaló Blanco, que dejó claro que se alegra si el propio Rajoy considera que los resultados afianzan su liderazgo. Por otro lado, el dirigente socialista dejó claro que él no es candidato a dirigir el PSdeG. "Me van a tener que aguantar durante un tiempo", dijo, asegurando que no tiene otra aspiración que seguir siendo vicesecretario general del PSOE.
Asume su responsabilidad. El número dos del PSOE agradeció su trabajo y su "honestidad política y personal" al ya ex secretario general del PSdeG, Emilio Pérez Touriño, y destacó que "le honra" su decisión de dimitir, noticia de la que se hizo eco El Semanal Digital. "Ha sido un buen presidente de Galicia y el PSOE siempre contará con él", aseguró. Eso sí, quiso insistir en que el PSOE "es un partido solidario en las victorias y en las derrotas", de modo que todos tendrán que analizar sus errores. Así, aseguró que él mismo asume su "cuota de responsabilidad" en la derrota, en su condición de gallego y también dirigente nacional del PSOE que se implicó intensamente en la campaña porque fue su "obligación" y porque, aseguró, no sabría actuar de otra manera. Relató además que esta misma mañana habló con Touriño, quien le comunicó que su decisión de dimitir y de "asumir en exclusiva la responsabilidad del resultado electoral" era firme desde anoche, pero que quería comunicárselo primero a su Ejecutiva, reunida esta mañana.
Touriño habló también el domingo con Zapatero. Aunque confía en volver a los 25 escaños, Blanco subrayó que tras la derrota "se abre una nueva etapa para los socialistas gallegos, una etapa que deberá empezar por la necesaria autocrítica" y que "inmediatamente después" debe dar lugar a un "trabajo colectivo" y a un nuevo proyecto para volver a ganar las elecciones en 2013. En esa tarea, aseguró, los socialistas gallegos van a "contar con el apoyo de la direccion federal".
Y AHORA FALTA LA DIMISION DE QUINTANA, PORQUE LO HABIA PROMETIDO SI BAJABA EN VOTOS Y ESCAÑOS...
3 comentarios:
Quintana ya convocó congreso extraordinario para dejar a otro al frente del Bloque.
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