EL MUNDO AL REVÉS

Es el titular de hoy. El PSOE se quita la careta y el PP se centra.

El Gobierno ha descubierto la autoridad y parece un converso de la ley y el orden. Mano dura con los huelgistas; control estricto en inmigración; no rotundo a Ibarretxe; contundencia policial con ETA y financiación autonómica sí, pero paralela a la local. ¿Gira el PSOE a la derecha, mientras el PP pone rumbo al centro?

Lo último han sido los transportistas, ante los que el Gobierno no ha dudado en exhibir mano dura.

Podían haber optado por haber logrado el consenso de la totalidad de los transportistas. Pero prefirieron pactar con la asociación mayoritaria.

¿Cuál es la estrategia que Moncloa seguirá con los minoritarios? Esperar a que se sumen al acuerdo. Y hasta entonces, ‘mano dura’. Ni una broma. El desgaste social y político ha colocado al PSOE empatado con un PP que no atraviesa por sus mejores momentos.

CONVERSO A LA LEY Y EL ORDEN

Pero el pulso del transporte es sólo un aspecto. Curiosamente el PSOE parece ahora un converso de la ‘ley y el orden’.

En inmigración: controles estrictos de entrada, fomento de la repatriación y endurecimiento de la reagrupación familiar. Por menos que eso al PP le tachaban de xenófobo.

En materia territorial: negativa rotunda a la preconsulta de Ibarretxe y agua en el vino del Estatut. Además, financiación autonómica sí, pero paralela a la local.

Y en materia antiterrorista, despliegue de la acción policial y acoso por la vía social y política. Cuanto menos sea el sustento social de ETA, más posibilidades hay de que se ‘grapice’. Eso explica las detenciones, la lucha contra la ‘kale borroka’ y las mociones éticas. “Su único final es el desprecio y la cárcel”. Rubalcaba ha descubierto la utilidad de una política antiterrorista basada en la acción policial.

Todo indica que el PP ha girado al centro, pero el PSOE también ha girado a la derecha. Eso facilita el entendimiento.

A LOS TRANSPORTISTAS: TARIFA MINICA, NUNCA

Como el voto conjunto en el asunto de los transportistas. Así que la estrategia seguida con las asociaciones minoritarias de transportistas que siguen con el paro pasa en primer lugar por negarse a negociar. No se volverán a sentar en una mesa con quien ha puesto el país patas arriba. Si se quieren sumar al acuerdo alcanzado con las asociaciones mayoritarias, bien. Sino, pan y agua. Pero tarifa mínima, nunca.

En segundo lugar, mano dura ante los intentos de volver a enturbiar la normalidad. Si los camioneros amenazan con entrar en Madrid y paralizar la capital, la Guardia Civil les frena a 50 kilómetros y les detiene el vehículo. Se acabó la broma. Y si el asunto sube de tono: multas y retiradas del carnet de conducir.

DETRAS VENDRIAN OTROS COLECTIVOS

El Gobierno sabe que mostrar debilidad frente a los transportistas puede dar alas a otros colectivos que podrían interpretar que la vía para alcanzar acuerdos es la huelga ‘salvaje’ y la desestabilización. Taxistas, agricultores, ganaderos y pescadores esperan su turno.

Por lo demás, ¿tienen razón los transportistas autónomos en sus reivindicaciones? Es verdad que existe un abuso de mercado derivado de la saturación de la oferta. La subida del gasóleo ha sido la puntilla.

EXCESO DE OFERTA

Pero el Ejecutivo no puede entrar a resolver una cuestión de mercado más allá de pequeños apaños: bonificación en el IAE, recortes en la prima de seguro, ayudas para el abandono de la actividad. Detalles comparado con un grave problema de exceso de oferta. Pero lo que no pueden pretender los afectados es que el Gobierno intervenga en un asunto de mercado.

POR FIN PODEMOS VER AL PSOE REAL, AL QUE SE QUITA LA CARETA Y SE RADICALIZA, ¿QUE DIRÁ DESDE SU TUMBA PABLO IGLESIAS?